Noticia: Modernización y digitalización del sistema educativo.
Análisis del Plan de Recuperación en educación (I): Modernización y digitalización del sistema educativo.
Comenzamos con este artículo una serie en la que analizaremos los tres componentes educativos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que fueron presentados por la ministra Celaá el pasado día 12. Concretamente son:
Componente 19. Plan Nacional de Competencias Digitales (digital skills).
Componente 20. Plan Estratégico de impulso de la Formación Profesional.
Componente 21. Modernización y digitalización del sistema educativo, incluida la educación temprana de 0-3 años.
Este Plan de Recuperación va a marcar la pauta inversora del ejecutivo en los años próximos, y es la concreción de las medidas que se van a tomar con los fondos europeos liberados para paliar las consecuencias del coronavirus.
En educación destaca sobre todo la enorme apuesta que se hace por la Formación Profesional, que se cifra en 2.075 millones de euros, y a la que dedicaremos un artículo próximamente.
Modernización de la educación
La modernización y digitalización del sistema educativo recibe 1.648 millones de euros. También analizaremos el Plan de Competencias Digitales, que tiene una inversión de 3.593, con una gran parte dedicada a la educación. De hecho, viendo el detalle de estos dos últimos componentes, en realidad los aspectos relacionados con la educación digital se encuentran más bien en el plan de competencias digitales y no tanto en el plan de modernización del sistema educativo, por mucho que en él se incluya la palabra «digitalización». Lo veremos.
Sin embargo, por claridad expositiva comenzaremos en primer lugar por el componente 21, el referido a la modernización (no tanto digitalización) del sistema educativo.
El componente 21 lleva el título de Modernización y digitalización del sistema educativo, incluida la educación temprana de 0-3 años, y ya desde su título vemos una de las principales novedades que aporta: y es que incluye un programa de impulso de la escolarización en el Primer Ciclo de Educación Infantil con nuevas plazas de titularidad pública que supone más del 40% de la inversión en esta modernización de la educación, con casi 671 millones de euros.
Es interesante analizar cómo se reparte la inversión total de este componente en el tiempo. De los 1.648 millones de euros, se van a invertir en 2021, el año corriente, 581 millones; en el 2022, el año que viene, 655 millones; y se dejan 451 millones para 2023. ¿Y a qué se va a destinar este dinero? Veámoslo.
Reformas educativas
Es importante aclarar en este punto que cada uno de los componentes incluye reformas e inversiones, que actúan de manera coordinada. Por eso en este componente educativo se dedica un amplio espacio a explicar la «ley Celáa» o Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (la LOMLOE), porque es una de las claves de esta modernización educativa para el Gobierno en sus planes para Europa. Pero esta ley Celaá no recibe ninguna financiación específica.
Los otros dos grandes puntales en esta misma línea de reformas son el «Diseño y aplicación de nuevo modelo curricular por competencias clave, priorizando aprendizajes fundamentales, y regulación de una ordenación académica inclusiva», que sí recibe una pequeña financiación de 2,4 millones de euros, y la Reforma Integral del Sistema Universitario, que parece no tener financiación, y que será la aportación del Ministerio de Manuel Castells.
Desde el punto de vista económico, la gran reforma es la de la Educación Infantil, independientemente de las nomenclaturas del documento, ya que este apartado no aparece como reforma sino como inversión. Ya hemos visto que representa más del 40% del total, con sus 671 millones de euros.
En Educación Infantil esta inversión va a priorizar los niveles educativos de 1 año y 2 años sobre el nivel educativo de los 3 años de edad. El dinero va a ir sobre todo a la reforma/rehabilitación y equipamiento para nuevas unidades de educación infantil, o bien directamente a la nueva construcción y equipamiento. Es llamativo que una buena parte del dinero al final vaya para obra civil y albañiles, como casi siempre. Además, también hay un apartado para gastos de funcionamiento, que suponen 357,7 millones de euros, de los cuales casi 240 millones van para gastos de personal.
Ayudas a estudiantes vulnerables
Este es otro de los grandes apartados de este componente 21. Y se concreta en dos grandes inversiones:
El plan PROA+, que recibe casi el 20% del total (320 millones de euros de Europa), y que además se refuerza con 40 millones de euros adicionales puestos por el Ministerio de Educación, cantidad que no se ha tenido en cuenta para calcular el porcentaje indicado. PROA+ son las siglas del Programa de Orientación, Avance y Enriquecimiento Educativo en centros de especial complejidad educativa. En esta modesta sección estamos especialmente contentos de esta inversión porque fuimos muy probablemente la primera voz que se alzó para solicitarla (y además de manera específica con este nombre) tan pronto como en marzo de 2020, como puede verse en el artículo, cuya lectura ahora recomendamos. Aunque llega bastante más tarde de lo que nos habría gustado, este Programa tendrá impacto en los 3.000 centros españoles de mayor complejidad educativa, y se concretará en contratos-programa con ellos para «proporcionar recursos a los centros que se comprometen a adecuar el Proyecto Educativo del centro a las necesidades del alumnado».
La creación de Unidades de Acompañamiento y Orientación Personal y Familiar del alumnado educativamente vulnerable, que supone el 7,6% de la inversión, hasta casi 125 millones de euros. Estas unidades de nueva creación estarán en los servicios educativos o psicopedagógicos situados en zonas y distritos escolares, y su número se estima en 1.148 en toda España.
Impulso universitario
Esta modernización del sistema educativo afecta en gran medida a la universidad, que recibe casi un tercio de la inversión total de este componente 21. Son dos grandes iniciativas:
La formación y capacitación del personal docente e investigador. Con una partida de 383 millones de euros (23,2% del total). Son las ayudas «Margarita Salas» para jóvenes doctores, las ayudas para el profesorado universitario y las ayudas María Zambrano para la atracción del talento. Este año habrá 125 millones de euros, mientras que en 2022 y 2023 la cantidad subirá levemente hasta los 129 millones por año.
La Mejora de infraestructuras digitales, el equipamiento, las tecnologías, la docencia y la evaluación digitales universitarios. Recibe el 8,9% del total, casi 147 millones de euros. De todo lo que hemos visto hasta ahora, es el único apartado que recoge directamente la digitalización de la educación. Se quiere trabajar muy rápidamente, ya que la inversión se reparte entre los casi 105 millones de euros en 2021, 32 millones en 2022 y únicamente 10 millones en 2023. El destino de la inversión tiene que ver sobre todo con servicios TIC en la nube, ciberseguridad o creación de cursos online, así como con «proyectos de innovación digital interuniversitarios de carácter estratégico y transversal», formación y captación de talento digital, apoyo a la España despoblada, etc.
¿Y la digitalización?
Este componente 21 del Plan de Recuperación es ciertamente engañoso, porque bajo el título de «Modernización y digitalización del sistema educativo» en realidad apenas incluye un 8,9% de su financiación a la digitalización, concretamente de las universidades, como hemos visto. Y poco más que tenga una relación directa con tecnología educativa. De hecho viendo los números podríamos decir que las empresas constructoras van a recibir más dinero del plan de digitalización del sistema educativo que cualquier iniciativa digital.
¿Dónde está entonces la digitalización de la educación española? Pues aunque parezca extraño, la escuela digital la encontraremos sobre todo en el componente 19: Plan Nacional de Competencias Digitales (digital skills), que analizaremos próximamente en detalle. Así que no se lo pierdan. Permanezcan atentos a sus pantallas.
Cita APA:Alberto Martín, Julían (2021), Análisis del Plan de Recuperación en educación (I): Modernización y digitalización del sistema educativo, Éxito Educativo.
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