La COVID-19, pantallas y reflexividad social. Cómo el brote de un patógeno está afectando nuestra cotidianidad.
Díez García, Rubén, Belli, Simone, Márquez, Israel (2020). La COVID-19, pantallas y reflexividad social. Cómo el brote de un patógeno está afectando nuestra cotidianidad. Revista Española de Sociología, 29, 759-768.
PALABRAS CLAVES
COVID-19; emociones; etnografía; pantallas; mensajería instantánea; reflexividad instantánea.
RESUMEN O ABSTRACT
Con este texto queremos hacer una primera aproximación a los patrones de conducta que comparten los individuos a lo largo de las diferentes etapas de desarrollo de la pandemia. Para ello, nos acercaremos a las prácticas comunicativas mediadas por pantallas y, en particular, a los usos de las herramientas de mensajería instantánea como medio de información, comunicación y emoción durante el distanciamiento social provocado por la pandemia. En concreto, nos centraremos en la popular plataforma de mensajería WhatsApp, una plataforma clave como tecnología cotidiana que media la interacción social en nuestros grupos sociales primarios y secundarios, pero también la propia comunicación social en torno a este fenómeno.
CONCLUSIONES
Como hemos intentado poner de manifiesto con este texto, las cuestiones relacionadas con la percepción del riesgo en esta crisis sanitaria cobran valor a la luz de nuestros usos y prácticas de aplicaciones de mensajería instantánea, y en torno a nuestras conversaciones e intercambio de información sobre aspectos como la posibilidad de contagio entre familiares y amigos, y en nuestros viajes en transporte público, cafeterías, restaurantes o en nuestros centros de trabajo; el momento adecuado para confinarnos y aislarnos para evitar contagios; o la idoneidad del uso de equipos de protección individual como mascarillas y guantes. Estas son cuestiones de gran relevancia sujetas a procesos sociales de percepción y definiciones colectivas de la situación difundidas por autoridades políticas y sanitarias, medios de comunicación y a través de nuestras propias conversaciones con otras personas, conversaciones mediadas por pantallas desde el mismo instante del confinamiento. El contagio emocional entre los ciudadanos se mueve siguiendo patrones emocionales de indiferencia (“el virus es algo que no afecta mi vida”), curiosidad (sobre lo que sucede en otras ciudades) y miedo (hacia el virus, la gestión de la crisis, la muerte). La progresión de estos patrones, tipo o ideales, guarda además relación con el desarrollo y establecimiento de pautas de comportamiento responsable entre la ciudadanía. Los individuos redefinen la realidad social en términos cognitivo-emocionales para enfrentarse al miedo y a la incertidumbre ante lo desconocido, en esta ocasión, desarrollando pautas sociales de comportamiento que mayoritariamente ponen el acento en la corresponsabilidad, la solidaridad y la cultura cívica (Díez García y Laraña, 2017). Si bien dichas pautas de comportamiento pueden verse alteradas a lo largo del tiempo según cómo evolucione la percepción colectiva del riesgo, la gestión de la pandemia por parte de las autoridades, o la progresiva redefinición de la situación por parte de determinados actores sociales. En situaciones de pandemia y confinamiento social, los procesos cognitivo-emocionales que conforman nuestras comunicaciones a través de mensajería instantánea, son de gran relevancia para comprender la producción de otros de índole macrosociológica. Por ejemplo, la confianza o desconfianza hacia los expertos, las instituciones sociales, las autoridades políticas o las organizaciones sanitarias (Belli y Broncano, 2017), o los procesos de atribución de responsabilidades en la gestión y progresión de la pandemia (Díez García y Laraña, 2017).
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